A balazos ultiman comunicador social que había sufrido atentado en mayo

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DANLÍ, El Paraíso.Al filo de la medianoche sicarios, a bordo de un vehículo, ultimaron de varios balazos en una emboscada al comunicador social Francisco Javier Ramírez Amador (39), quien se encontraba bajo medidas de protección de parte de la Secretaría de Seguridad, ya que en mayo pasado sufrió un intento de asesinato en las afueras de su hogar.

Al Sistema Nacional de Emergencias 911 se recibió la llamada que indicaba que dentro de un vehículo, a la altura de colonia El Encanto, se encontraba una persona muerta y de inmediato una patrulla se trasladó al lugar donde los agentes encontraron muerto a Ramírez Amador, de varios impactos de bala.

También en el lugar hallaron herido de bala al policía Walter Noé Colindres Morazán, quien estaba asignado como escolta de Ramírez Amador, y por su gravedad fue trasladado de emergencia a un centro asistencial capitalino.

Ramírez Amador había recibido un atentado criminal el 3 de mayo de este año por parte de dos sujetos que guardaban prisión, y se encontraba bajo la protección del Estado de Honduras, sin embargo, nunca se ejecutó la salida al exterior de él y su familia.

Se indicó que después del atentado en mayo anterior, a los días le fueron a matar unas gallinas que tenía en la casa. El comunicador social trabajaba en un canal de televisión en Danlí y era conductor del Ministerio Público (MP).

REGRESÓ A DANLÍ
Después del primer ataque, el comunicador y sus parientes fueron llevados a una casa de seguridad en Tegucigalpa, pero el Estado no cubría todos sus gastos y nunca aceleró los procesos para protección en el exterior, informaron dolientes.

Por esa razón, ellos se trasladaron de nuevo a Danlí y solo recibía seguridad de un agente de policía.

El titular de la jefatura departamental de El Paraíso, comisario Muñoz, dijo que al infortunado se le habían dado varias indicaciones para proteger su vida, pero algunas no las cumplía.

Según información, los fondos que se le asigna a una familia por parte del mecanismo de protección eran pocos y no ayudaban a la estabilidad de su núcleo familiar, por lo que decidió trasladarse de nuevo a Danlí para seguir trabajando.

Lamentablemente su muerte violenta deja a su familia en un profundo luto, al igual que el gremio periodístico de la zona oriental, y muchos que le conocían le recuerdan como jovial, amable, bromista, solidario y amante de los caballos y por eso pertenecía a varios clubes hípicos con los cuales recorrió el país para participar en cabalgatas, montas y corridas de toros.

La Secretaría de Seguridad desplazó un equipo especial para investigar de inmediato el asesinato del comunicador social y asegura que pronto dará resultados que la población exige.