Un intenso número de llamadas telefónicas, que las autoridades hondureñas interceptaron al líder de la Mara Salvatrucha (MS), Alexander Mendoza, alias “El Porky”, forman parte de las evidencias, en el juicio contra el expresidente Juan Orlando Hernández, según se revela en la moción de la Fiscalía del Distrito Sur de New York, presentado el viernes ante el juez del distrito, Kevin Castel.
De todo ese grupo de llamadas interceptadas al criminal, cuatro son interesantes en el caso, aunque la propia fiscalía aclara que ninguno de los acusados ha participado en las mismas con el “El Porky”.
Según los argumentos de la fiscalía, en las llamadas del líder criminal figura la conversación entre dos pandilleros de la MS, quienes discuten un plan para asesinar a un narcotraficante, que, supuestamente, trabajaba con “Tony” Hernández, y que se rumoreaba que estaba cerca de ser extraditado por las autoridades de los Estados Unidos, lo cual pondría en precario tanto al expresidente Juan Orlando Hernández, como su hermano, “Tony”.
La Fiscalía del Distrito Sur, anuncia una moción complementaria “in limine”, donde expondrán una serie datos interesantes para el juicio.
Los 36 gigabytes de información presentados por la fiscalía en sus tres entregas para la defensa del expresidente Hernández, entre los que figuran notas y peritajes.
El 4 de enero, la fiscalía entregó material adicional para la sección 3,500 para la defensa, que tiene un tamaño de 850 gigabytes, entre los que hay 85 expedientes y notas e informes de peritos.
Asimismo, hay 295 expedientes adicionales que consisten en la extracción de un teléfono celular de un testigo (a quien no se le menciona), que cooperó. Y llamadas a la cárcel y correos electrónicos de Fabio Lobo, quien ha sido llamado como testigo en el caso contra Hernández.
Entre los documentos de prueba, la fiscalía utiliza la grabación de un miembro activo del cartel de Sinaloa, así como otras pruebas proveídas por otra persona que podría ser testigo, pero a quien la fiscalía no piensa llamar en este juicio.
Estados Unidos busca a “El Porky” por considerarlo un cabecilla muy importante de la MS, por sus contactos con otros criminales de Polonia e Israel.
