TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Fabricado para trasladar tropas en operaciones militares y policíacas, el Black Mamba Sandcat o “armadillo policíaco“ es el nuevo vehículo blindado todo terreno de la Secretaría de Seguridad de Honduras.
Diseñado para ofrecer protección completa contra munición para armas largas pequeñas, versátil y potente -con extraordinario desempeño en manejo urbano o caminos secundarios-, la camioneta promete ser una esperanza en la lucha contra el crimen organizado.
Pueden ser usadas como cabeza de convoy, protección de VIP´s, reconocimiento, exploración, ambulancia militar, manifestaciones, persecución inmediata, rescate en desastres, traslado de tropas o reos, seguridad en instalaciones aeroportuarias, táctico tipo SWAT, observación móvil y operaciones de seguridad interna, entre otros.
La empresa fabricante -TPS Armoring-confirmó que el precio de cada una de estas unidades oscila entre 7.3 millones a 9 millones de pesos mexicanos -de 10.4 millones de lempiras a 12.9 millones de lempiras al cambio actual- dependiendo de la tecnología que solicite el comprador.
Se les puede agregar un equipamiento adicional por un costo que oscila entre los 600 mil lempiras a 700 mi lempiras, que fue el que anunció la Secretaría de Seguridad traerían las unidades pagadas.
Además de mostrar todos y cada uno de los detalles tecnológicos con los que cuentan estas unidades que van a patrullar las calles del país.
La venta de este tipo de vehículos tácticos son exclusivamente para fuerzas policiales, por lo que no están disponibles para otros fines.
A nivel centroamericano solo El Salvador posee vehículos tácticos similares -Black Mamba B6, más pequeños y comprados a mediados del 2022- para la lucha que mantienen contra las maras y pandillas.
Vía llamada telefónica con el director de la Policía Nacional, Juan Manuel Aguilar Godoy, confirmó la compra de Black Mamba Sandcat.
”Esa compra la está realizando el ministro de Seguridad, él maneja toda la información, seguramente le puede dar mayores detalles”, dijo.
Se le consultó sobre la importancia de estas unidades para brindar protección, pero -un tanto molesto- respondió: “¿Para usted, cuánto vale la vida de un policía? Respóndame eso: ¿cuanto vale la vida de un policía?”.
Se le respondió, ante la molestia, que la vida humana no tiene precio. “Bueno, entonces, usted mismo se respondió, si yo le diera la estadística de policías asesinados”, justificó.
