Cancilleres de los países de la Celac muestran inquietud por la situación de Jorge Glas.

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Los cancilleres y representantes de los países pertenecientes a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) expresaron su preocupación por la situación del exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, quien fue detenido por la fuerza el viernes en la Embajada de México en Quito. Según un mensaje difundido por la Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras en redes sociales, esta inquietud se manifestó durante una reunión virtual presidida por el hondureño Eduardo Enrique Reina, en calidad de presidente pro témpore de la Celac, y convocada por la presidenta hondureña, Xiomara Castro.

Durante la reunión, los ministros y delegados reafirmaron su condena a la violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y las Normas de Asilo de la Convención de Caracas, además de expresar su preocupación por el tratamiento que recibió Jorge Glas al ser sacado de la embajada con el uso indebido de la fuerza. La situación en Ecuador, originada por las acciones de las Fuerzas de Seguridad ecuatorianas en la Embajada de México en Quito, también fue analizada.

México presentó su posición oficial durante la reunión, la cual recibió respaldo por parte de los asistentes, quienes expresaron solidaridad ante lo ocurrido. Se escuchó también la posición de Ecuador. El canciller hondureño mencionó que se está discutiendo un comunicado conjunto entre las delegaciones, que será definido por los Estados miembros y publicado en el momento oportuno, destacando que incidentes como este no deben repetirse para evitar precedentes negativos.

Algunas delegaciones propusieron la búsqueda de un mecanismo de diálogo entre México y Ecuador para restablecer la normalidad, respetando el derecho internacional. Además, se anunció la convocatoria de una reunión extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno para el 12 de abril, a fin de abordar este tema de urgencia para la región Latinoamericana y del Caribe.

La situación se desencadenó luego de que México anunciara su intención de otorgar asilo político a Jorge Glas, quien se encontraba en la Embajada desde diciembre debido a un proceso penal por corrupción. Las autoridades ecuatorianas ingresaron por la fuerza para arrestarlo, lo que llevó al presidente López Obrador a romper relaciones con Ecuador.