El Salvador frustró un “intento de acto terrorista” en la víspera de la investidura de Bukele.

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Agentes de seguridad en El Salvador frustraron un “intento de acto terrorista” que supuestamente iba a tener lugar el sábado pasado durante la toma de posesión del presidente Nayib Bukele para su segundo mandato consecutivo, según confirmaron fuentes de la Casa Presidencial a EFE este lunes.

La Policía Nacional Civil (PNC) anunció el viernes la detención de siete “líderes de veteranos de guerra” acusados de “planificar atentados con explosivos en varios puntos del país” el 1 de junio, día de la investidura.

Los presuntos veteranos formaban parte de la denominada Brigada de Insurrección Salvadoreña, cuyo objetivo era “detonar gasolineras, supermercados e instituciones públicas”, según informó la Policía. Parte de los explosivos fueron encontrados en el distrito de Guazapa, a 28 kilómetros al norte de la capital salvadoreña.

Entre los materiales incautados por la Policía había “bolsas de sulfato de amonio”, supuestamente destinadas a “provocar más daño al estallar los explosivos”, junto con hierro y tubos plásticos.

Hasta el momento, no se sabe si los detenidos han sido llevados a los tribunales correspondientes para ser procesados. La Fiscalía General tampoco ha proporcionado más detalles sobre las detenciones, los materiales encontrados ni ha confirmado si hay una investigación en curso.

Un fuerte dispositivo de seguridad, compuesto por militares y policías, fue desplegado en San Salvador antes y durante la toma de posesión de Bukele, incluyendo francotiradores ubicados en lo alto de edificios cercanos al Palacio Nacional, donde se llevó a cabo la ceremonia.

Según el presidente Bukele, El Salvador se ha convertido en el país “más seguro del hemisferio occidental” gracias a la reducción de homicidios, atribuida en gran medida al régimen de excepción implementado por el Gobierno para combatir a las pandillas, lo que ha implicado la suspensión de algunos derechos, como el derecho a la defensa.