Entre clamores de justicia sepultan a joven estudiante

Titulares

“Me quitaron la única razón de vivir”, exclamó en repetidas ocasiones, Margarita Yoliseth Nieto Palma, madre de Richard David Ávila Nieto (14), estudiante asesinado minutos después de haber salido de clases en el Instituto Gubernamental España “Jesús Milla Selva” en la colonia Kennedy.

El cuerpo fue velado en la iglesia católica San Juan Bautista, siempre en la Kennedy, entre demandas de justicia y castigo para el homicida.

Ávila Nieto, quien cursaba el primer año de Banca y Finanzas, habría sido ultimado de un balazo en la cabeza por un compañero de aula.

Su cuerpo fue descubierto el jueves anterior alrededor de las 12:15 del mediodía, en un callejón cercano a la colonia San Ángel de Tegucigalpa.

Margarita Yoliseth Nieto Palma: “Pido justicia para todos esos niños que fracasan diariamente en este país”.

El velatorio se desarrolló en un ambiente de consternación e impotencia, con familiares, compañeros y conocidos del menor que lo calificaron como una persona llena de sueños, “sin malicia”, con excelencia académica y un “buen hijo”.

Entre desgarradoras lágrimas, familiares, amigos, vecinos y maestros y compañeritos, consolaron a la dolida progenitora, Nieto Palma, quien insistentemente exigía justicia para esclarecer la muerte de su vástago.

“El único hijo que tenía me le arrebataron la vida, y nadie fue y nadie sabe. Mi niño era un niño inocente, él no se metía con nadie, porque hacérmele tanto daño, por eso yo pido justicia”, reiteraba la mujer, mientras miraba el ataúd donde yacía su retoño.

“Pido justicia para esos menores infractores criminales que le hicieron eso a mi hijo. Y yo solo pido justicia que no quede impune su muerte como se han quedado otros jovencitos inocentes en la completa impunidad”, insistió.

“Me quitaron la única razón de vivir y ya no tengo miedo, y si mi vida vale un tiro en la cabeza como el que le dieron a mi hijo, solo por pedir justicia, ni modo”, señaló, bañada lágrimas que recorrían su adolorido rostro maternal.

“Él solo tenía 14 añitos, él tenía metas, sueños y por eso pido justicia, para que, así como a mi hijo no se acorten las metas de otros jóvenes, hoy fue mi hijo, mañana puede ser el tesoro de otra familia”, lloraba la desconsolada y humilde mujer.

El velatorio y entierro fue acompañado por decenas de estudiantes.

TRISTE ADIÓS

La iglesia San Juan Bautista resultó insuficiente para congregar a vecinos, familiares y compañeros de clases, en ese triste último adiós.

En grupos de tres, cuatro, cinco y hasta 10 estudiantes se acercaban al féretro, en su mayoría con lágrimas y de manera silenciosa se consolaban frente a su amiguito muerto.

A eso de las 2:00 de la tarde, el ataúd fue sacado de la iglesia católica y trasladado hasta el cementerio Tierra Santa, ubicado en zona nororiente de la capital, donde finalmente fue enterrado, despedido por sus seres queridos y amigos.

Versiones preliminares apuntan a que Richard David fue asesinado por un compañero del Milla Selva, por lo que sus parientes piden que se haga una verdadera investigación para dar con el paradero de los homicidas.

Por este caso de alto impacto, las autoridades policiales han conformado equipos de investigación para capturar a los responsables.

Vecinos, conocidos y amigos manifestaron dolor e impotencia por la muerte violenta del jovencito.

Aunque hay líneas de investigación en curso sobre este asesinato, aún no hay avances del caso, reconoció el portavoz de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), Juan Sabillón.

“Desde el momento del hecho se han destinado equipos de investigación, sin embargo, hay que dar el tiempo a los investigadores a fin de que hagan un trabajo profesional”, anotó.

De momento no hay hipótesis creíbles sobre el caso que lamentablemente terminó con la vida del jovencito.

Sobre el caso, el ministro de la Secretaría de Seguridad, Héctor Gustavo Sánchez Velásquez, indicó que “para nosotros es prioridad llevar a cabo una exhaustiva investigación”. El funcionario no descartó que al menor lo hayan matado otros estudiantes de esa institución educativa.

Sánchez Velásquez dejó entredicho que ya hay sospechosos de la muerte del colegial, sin embargo, no quiso revelar nombres, para no entorpecer la misma investigación de la Policía Nacional.

Sobre sospechas de participación de “maras” o pandillas que diariamente acechan a miles de estudiantes de escuelas, colegios y hasta universidades, el funcionario indicó que: “es muy probable y muy posible, porque recordemos que las estructuras criminales reclutan a niños de entre 9 a 15 años”.

Según indagaciones, Richard David Ávila Nieto habría muerto violentamente porque se negó a vender drogas al menudeo para una pandilla que opera en ese sector de la capital. (JGZ)

El alumnado del Instituto España Jesús Milla Selva se mostraba consternado tras la muerte violenta de su compañero.
Familiares del menor no soportaron la impotencia, dolor y consternación por la pérdida de su ser querido.
Equipos de Inspecciones Oculares de la DPI continuaban con indagaciones respectivas para dar con el paradero de los homicidas.