Espectaculares tapices de colores diversos reciben al Viernes Santo con elegancia.

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A pesar de las previsiones de algunas precipitaciones, los organizadores de la alcaldía capitalina y la Iglesia católica han comenzado la labor de confección de las vistosas alfombras de aserrín para el Viernes Santo, asegurándose de que todo esté listo para la importante procesión del Santo Entierro.

De esta manera, Tegucigalpa se alista para recibir tanto a visitantes como a lugareños en un evento que fusiona la devoción religiosa, el arte y la colaboración comunitaria en la elaboración de estas famosas alfombras.

Bajo la dirección de la municipalidad y con la contribución del artista Elder Rissieri, estas grandes obras son un testimonio del esfuerzo conjunto de cientos de personas que trabajan incansablemente para crear una experiencia visual y espiritual extraordinaria.

“Desde la perspectiva logística y de dirección a cargo de la alcaldía municipal, a través del Departamento de Turismo, el proyecto requiere una meticulosa planificación y la participación activa de la comunidad”, señaló Rissieri.

El proceso de creación de las alfombras implica varias fases que comienzan meses antes, desde el teñido del aserrín hasta el diseño y la elaboración de los moldes.