El expresidente Porfirio Lobo Sosa expresó hoy que, aunque la condena de 96 años de prisión para el asesino de su hijo es adecuada, nada le devolverá a su ser querido.
La Sala II del Tribunal de Sentencia con Jurisdicción Nacional dictó la pena contra Eber Ezequiel Espinoza, hallado culpable como autor material del asesinato de cuatro jóvenes, incluido Said Omar Lobo Bonilla, hijo del exmandatario.
En una entrevista, Lobo Sosa afirmó: “Qué bueno que se haya impartido justicia, eso es importante.” No obstante, expresó su descontento con el nivel de investigación del caso, señalando que aún no se ha identificado al autor intelectual de la masacre.
“Ya nada me puede devolver a mi hijo,” reflexionó el exmandatario, quien aplaudió el castigo pero criticó la falta de información adicional sobre el caso.
Los cuatro jóvenes fueron emboscados y ejecutados por hombres fuertemente armados cuando salían de un centro de entretenimiento nocturno en el bulevar Morazán de Tegucigalpa, cerca de la Torre Morazán. Los culpables incluyen a Eber Ezequiel Espinoza Martínez, condenado por asesinato, y Erick David Macías y Norma Alicia García, quienes fueron declarados culpables de encubrimiento.
Lobo Sosa lamentó no conocer más detalles sobre quién ordenó la ejecución, y se mantiene al margen de los avances del caso. La masacre que ocurrió en julio de 2022 fue un evento que impactó profundamente a la sociedad hondureña, quedando grabada en las cámaras de vigilancia.
Cabe recordar que a principios de este mes, Erick David Macías, uno de los sicarios implicados en el asesinato, fue encontrado muerto en la cárcel de Ilama, Santa Bárbara. Macías había sido declarado culpable del asesinato de Said Omar Lobo Bonilla, José Salomón Vásquez Chávez, Norlan Enrique Rivera Rodríguez y Luis Armando Zelaya Rivera.
