La CA-13, una carretera al límite, olvidada por Xiomara espera respuesta del próximo Gobierno

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Entre La Ceiba y Trujillo, Colón.— Transitar por la carretera CA-13 se ha convertido en una experiencia tan cotidiana como peligrosa. De día, los enormes baches obligan a zigzaguear entre carriles improvisados; de noche, la oscuridad, los cortes de vía y las alcantarillas colapsadas convierten cada kilómetro en una amenaza latente.

Son 160 kilómetros de una de las arterias más importantes del litoral atlántico hondureño que hoy reflejan abandono, desgaste y riesgo permanente para conductores, pasajeros y peatones.

La crítica situación de la CA-13 coloca al próximo Gobierno central, que encabezará Nasry Asfura a partir del 27 de enero, frente a un compromiso urgente que, según empresarios, transportistas y pobladores, ya no admite más espera.

Durante los últimos cuatro años, esta carretera estratégica —clave para el turismo, el comercio y la movilidad regional— no recibió una reparación integral ni un mantenimiento, pese a su alto tránsito diario.