Tegucigalpa, Honduras – En un compromiso firme hacia el desarrollo y bienestar de la población capitalina, el gobierno ha iniciado una serie de inversiones cruciales en infraestructura hídrica que habían sido postergadas por tres décadas. Estas inversiones incluyen la construcción de represas, la perforación de pozos, la instalación de plantas de tratamiento y la ampliación de la red de distribución de agua potable. Estas acciones tienen como objetivo garantizar un suministro confiable y seguro de agua para todos los habitantes de la capital.
Durante una ceremonia celebrada esta mañana, se juramentaron a 92 Juntas de Agua, las cuales serán responsables de la administración y distribución del vital líquido en sus respectivas comunidades. Estas juntas comunitarias desempeñarán un papel esencial en la gestión eficiente y equitativa del recurso hídrico, asegurando que llegue a todas las familias sin discriminación.
La Presidenta Xiomara Castro, presente en el evento, reiteró el compromiso de su gobierno con la gestión pública del agua, asegurando que este recurso seguirá siendo propiedad del pueblo. “¡Aquí nadie privatiza el agua, es y será siempre del pueblo!” declaró con firmeza la mandataria, subrayando la importancia de mantener el agua como un bien común y accesible para todos.
Estas inversiones no solo mejorarán la infraestructura hídrica, sino que también representan un avance significativo hacia un futuro más sostenible y digno para los capitalinos. Las nuevas represas y plantas de tratamiento están diseñadas para garantizar una mayor eficiencia en el uso del agua y una mejor calidad del suministro, mientras que la ampliación de la red de distribución permitirá llegar a más hogares y comunidades, especialmente en áreas que históricamente han sufrido de escasez.
La iniciativa ha sido bien recibida por la ciudadanía, que ha visto con buenos ojos estos esfuerzos para mejorar el acceso al agua potable. Con la creación de las Juntas de Agua, se promueve también la participación activa de la comunidad en la gestión de sus recursos, fortaleciendo así la gobernanza local y la cohesión social.
En definitiva, estas acciones representan un paso fundamental hacia la justicia hídrica y el desarrollo sostenible en Honduras, reafirmando el compromiso del gobierno con el bienestar de sus ciudadanos y la protección de los recursos naturales del país.
