Los 10 peores funcionarios del año en Honduras

Titulares

Descontrol, abuso de poder y acusaciones salpicaron a varios funcionarios de diferentes instituciones, las cuales se mantienen en crisis o completa anarquía por la falta de capacidad.

Descontrol: Se evidenció cómo muchas de las decisiones tomadas por funcionarios mantienen a algunas instituciones en crisis o en completa anarquía.

Abuso: Muchos funcionarios fueron denunciados por empleados de cometer abuso de poder como titulares de diferentes secretarías, al grado que algunos fueron separados de sus cargos.

Acusaciones: Secretarías como la de Derechos Humanos o Educación parecen estar retrocediendo por la gestión de sus titulares. Tienen denuncias y son señalados de abuso de poder.

  1. Luis Rolando Redondo Guifarro, presidente del Congreso Nacional de Honduras: Falta de liderazgo que llevó a una crisis al Legislativo. Desde el inicio de su gestión como presidente del Congreso Nacional, el liderazgo de Luis Redondo ha sido fuertemente criticado, pero la falta de mediación y consenso para la elección de los fiscales del Ministerio Público agudizó la situación. Redondo se mostró accesible a las solicitudes del partido de gobierno y confrontativo con la oposición. Incluso, afirmó no sentirse parte del Partido Salvador de Honduras (PSH), por el que fue electo diputado. Esto ocasionó que Salvador Nasralla, fundador del PSH, lo acusara de actuar bajo las órdenes del asesor presidencial, Manuel Zelaya Rosales.

Los parlamentarios opositores también lo cuestionaron por actuar de forma “ilegal” en torno a la elección del fiscal, especialmente porque la oposición convocó a sesión ordinaria para continuar con las labores legislativas, pero Redondo y la Junta Directiva ordenaron cerrar los portones del Congreso, dejando a periodistas y diputados del Partido Nacional, Liberal y PSH como rehenes. Hubo violencia y varios heridos.

Días después, junto a otros ocho diputados, eligió a Johel Zelaya como fiscal general interino y Mario Morazán como fiscal adjunto interino, a través de una Comisión Permanente. Este proceso, sumado a la intransigencia de Redondo, ocasionó que el Congreso Nacional no sesionara por más de 100 días y se posicionara como uno de los menos productivos en Centroamérica.

Posteriormente, los acercamientos convocados por Redondo para solventar la crisis fueron inútiles, ya que la oposición afirmó que al asistir avalaría “todas las acciones ilegales que ha emprendido la directiva ilegal y la Comisión Permanente que también es ilegal”, según cuestionó Tomás Zambrano, jefe de la bancada del Partido Nacional. Además, mientras el Legislativo estaba en plena crisis, Redondo, así como otros parlamentarios, realizaron viajes a Rusia y China, mientras anunciaban visitas a otras naciones.