Aproximadamente 2,500 migrantes han establecido un campamento en Chihuahua, la capital del estado homónimo en la frontera de México con Estados Unidos. Este lunes, compartieron con EFE que las condiciones en las que viven son muy difíciles, especialmente después de que las autoridades mexicanas los desalojaran de los trenes.
El campamento sigue creciendo diariamente debido a que los trenes llenos de personas llegan continuamente, y muchos migrantes terminan varados allí debido al aumento de las inspecciones por parte del Instituto Nacional de Migración (INM).
Los migrantes indocumentados se encuentran en un dilema al no poder tomar transporte hacia Ciudad Juárez, en la frontera entre Chihuahua y El Paso (Texas), quedándoles como única opción caminar durante cuatro días a lo largo de una carretera de 444 kilómetros que atraviesa el desierto.
Las tiendas de campaña se extienden por un amplio terreno cerca de la unión de las vías ferroviarias que cruzan desde Chihuahua hasta el Pacífico.
Los migrantes se quejan de que las autoridades les impiden usar medios de transporte formales y que el INM los persigue para deportarlos al sur de México o a sus países de origen.
Joseline Rodríguez, originaria de Guatemala, expresó que atravesar México se ha vuelto cada vez más difícil. Denunció que, aunque las autoridades prometen comida y bebida, la realidad es que son agredidos y maltratados. Al llegar a este punto del viaje, muchos ya no tienen dinero, quedando atrapados en la capital de Chihuahua.
“Somos miles de inmigrantes, hay madres con hijos y lo único que queremos es llegar a la frontera, tener libre acceso y ser tratados con dignidad, porque no somos animales, somos buenas personas que no venimos a robar ni a quedarnos en México”, explicó Rodríguez.
El INM ha intensificado sus operativos después de que la empresa Ferromex suspendiera 60 ferrocarriles debido a la presencia de más de 4,000 migrantes en los carros y en las vías, rescatando y disuadiendo a más de 27,000 migrantes en los meses de octubre y septiembre.
El gobierno mexicano ha aumentado la vigilancia tras un aumento del 77% en la migración irregular en 2023, identificando a más de 782,000 migrantes en esta situación.
Engerson Antonio Ramírez, un venezolano varado en el campamento con su familia, expresó su preocupación por los rumores de un aumento en la seguridad en la frontera. “Somos cuatro en mi familia y buscamos refugio en este campamento como protección contra las autoridades mexicanas”, señaló. Ramírez también mencionó que han aprendido a evitar a los agentes del INM durante su travesía por México, ya que la captura implica ser enviados de regreso al sur para comenzar de nuevo su viaje.
“Nos encontramos en una situación en la que no podemos tomar transporte público. Pedimos que se facilite nuestro tránsito por México”, solicitó.
