Ministro Salgado sí ha tenido visa americana, ha viajado dos veces a EEUU

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Tegucigalpa – Dos veces ha viajado a Estados Unidos el ministro de Planificación Estratégica, Ricardo Salgado, quien recientemente fue incorporado a la Lista Engel del Departamento de Estado de la Unión Americana y en ambas ocasiones lo hizo con visa provisional de 5 días.

Así lo indicó el funcionario en una entrevista a la radioemisora Radio América donde reiteró su sentimiento antiimperialista y orgullo porque lo incluyeran “los hegemones del imperio en una lista que de por sí carece absolutamente de credibilidad”, aunque confesó que no le sorprendió, ni le ofende la noticia de su inclusión.

El funcionario había asegurado que nunca había tenido visa de EEUU y que no le interesaba tenerla. «He vivido toda mi vida sin los gringos y los años que me queden, pocos o muchos, viviré feliz sin ellos». 

El expresidente (2006 -2009) y actual asesor presidencial, Manuel “Mel” Zelaya también había mencionado en las últimas horas que el funcionario nunca ha tenido visa estadounidense, por lo que esa determinación “representa un absurdo en su política imperialista, contra dirigentes de izquierda Latinoamericana”.

Salgado considera que “EEUU no ha encontrado otra vía que acusarme por un tuit en el que invito al pueblo hondureño a defender sus derechos, a defender su democracia”.

Refirió que no reconoce a las autoridades estadounidenses como un tribunal y que como hondureño se debe a los tribunales nacionales, en caso que sea meritorio que lo acusen.

Sobre las dos veces que viajó a la Unión Americana detalló que “el año anterior pedí dos veces visa para ir a representar al Estado de Honduras y me la dieron por 5 días cada vez”.

El funcionario estuvo en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, que está ubicada en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos. 

Según la comunicación de Departamento de Estado de Estados Unidos, Salgado socavó los procesos o las instituciones democráticas al dirigir los esfuerzos coordinados del partido LIBRE a través de grupos leales al partido (“colectivos”) para reprimir la disidencia intimidando violentamente a los legisladores de la oposición que convocaban a una sesión legislativa el 31 de octubre.