OPS advierte sobre un aumento significativo en los casos de dengue en América Latina y el Caribe.

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La OPS ha emitido una advertencia sobre la creciente incidencia de dengue en América Latina y el Caribe, con 3.5 millones de casos registrados hasta la fecha, lo que sugiere que la región podría enfrentar su temporada más grave de la enfermedad.

Este aumento se atribuye a la combinación de El Niño y el cambio climático, que favorecen la proliferación del mosquito Aedes aegypti, transmisor del virus del dengue. Según Jarbas Barbosa, director de la OPS, este nivel de casos representa un motivo de gran preocupación, ya que supera tres veces la cifra reportada para el mismo período en 2023, año que registró un récord con más de 4.5 millones de casos notificados en la región.

En consecuencia, se prevé que esta temporada de dengue sea la más severa hasta la fecha en América.

El incremento de casos de dengue se evidencia en todos los países de América Latina y el Caribe, con un énfasis particular en tres naciones del Cono Sur: Brasil (81%), seguido de Paraguay (6%) y Argentina (3.4%), que abarcan el 92% de todos los casos y el 87% de las defunciones.

Este fenómeno se atribuye al patrón estacional del dengue, siendo la mayor parte de la transmisión en el hemisferio sur durante el primer semestre del año, coincidiendo con los meses más calurosos y lluviosos.

Resulta sorprendente que, en países donde se anticipa una alta transmisión en la segunda mitad del año, como Costa Rica, Guatemala o México, se esté observando actualmente un aumento en los casos, advirtió el director de la OPS. Además, se ha detectado la presencia del mosquito vector en áreas previamente no afectadas, como en Uruguay.

La aplicación constante de fumigación en hogares y espacios públicos, como parques, comercios y plazas, representa una medida efectiva para eliminar los mosquitos. Con la presencia de cuatro serotipos de dengue, la circulación simultánea de dos o más puede incrementar el riesgo de epidemias y formas graves de la enfermedad.

Según la OPS, hasta la fecha, 21 países de las Américas han informado sobre la circulación de más de un serotipo. Las causas ambientales desempeñan un papel fundamental en este escenario, como explicó Barbosa, director de la OPS. El aumento de las temperaturas y la frecuencia de eventos climáticos extremos, como olas de calor, sequías intensas y tormentas e inundaciones, pueden fomentar la proliferación del mosquito vector.

La combinación del fenómeno El Niño con los cambios climáticos representa un riesgo para todas las grandes ciudades ubicadas en áreas tropicales y subtropicales de la región, ya que el mosquito vector puede proliferar de manera rápida en estas zonas.

Los factores sociales también contribuyen a esta situación, con el crecimiento rápido de la población, la urbanización sin planificación, las viviendas de baja calidad, el saneamiento deficiente y la gestión inadecuada de residuos.

La clave para controlar la propagación del dengue es eliminar los lugares de reproducción de mosquitos, tanto en hogares como en espacios públicos como parques, comercios y plazas. Según Barbosa, alrededor del 80% de estos criaderos se encuentran en los hogares o en sus alrededores, en recipientes que acumulan agua.

En este sentido, Barbosa enfatiza que la eliminación de criaderos es mucho más efectiva en la actualidad que las vacunas o nuevas tecnologías como el uso de la bacteria Wolbachia, que puede prevenir la infección del mosquito por el virus.