Persisten desplazamientos involuntarios de ciudadanos hondureños debido a amenazas y prácticas de extorsión

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A pesar de la implementación de un estado de excepción en Honduras desde diciembre de 2022, que abarca actualmente el 76 por ciento de los municipios del país, las amenazas, extorsiones, homicidios y despojo de bienes y propiedades continúan siendo las principales causas que generan desplazamientos forzados de personas. Según Elsy Reyes, coordinadora de la Defensoría de Movilidad Humana del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), la tendencia indica un aumento en el desplazamiento forzado de personas en el primer trimestre de 2024, con casos que incluyen también tentativas de homicidio, reclutamiento forzado de niños y niñas, y violencia de género.

Los comerciantes son uno de los sectores más afectados, con casos de amenazas, extorsiones e intentos de homicidio, lo que provoca que abandonen sus negocios y sean desplazados por la violencia, especialmente en los departamentos de Francisco Morazán y Cortés, con mayor incidencia en ciudades como Tegucigalpa y San Pedro Sula.

Entre 2016 y 2023, la Unidad de Desplazamiento Forzado Interno del Conadeh identificó al menos 8,200 casos relacionados con desplazamiento forzado, de los cuales el 38 por ciento estaban en situación de desplazamiento y el 62 por ciento en riesgo de desplazamiento. En 2023, cerca de 1,700 personas denunciaron estar en riesgo o ser víctimas de desplazamiento forzado.

El incremento de casos se refleja en un aumento de quejas en departamentos como Francisco Morazán y Cortés. Las “maras y pandillas” fueron identificadas como principales agresores en el 30.6 por ciento de las quejas, mientras que en el 27.8 por ciento de los casos, las personas identificaron a familiares, parejas, vecinos, empleadores y compañeros de trabajo como agresores.

Aunque el gobierno implementó el estado de excepción para hacer frente a la delincuencia común y organizada y luchar contra la extorsión, la violencia persiste y el desplazamiento forzado de personas sigue en aumento cada año, lo que sugiere que la medida no ha dado los resultados esperados por la población.