Cientos de capitalinos, cansados del ocio, el calor y el tráfico, huyeron de la ciudad este fin de semana para darse un “chapuzón” en los balnearios de la ciudad. También es una alternativa para aquellos que no quieren ir a la playa en Semana Santa o no tienen dinero.
Esta tradición está creciendo, dada la falta de opciones de entretenimiento en Tegucigalpa y el alto costo de los viajes de varios días a lugares lejanos. Por el contrario, estos balnearios de agua dulce (piscinas naturales y piscinas) se encuentran en su mayoría a una hora de Tegucigalpa, por ejemplo en el Valle de Amarateca en San Matías al norte del país. Desde Río Abajo se dirige hacia Olancho y se ingresa por el lado este a los municipios de Santa Lucía, Tatumbla, Valle de Ángeles y Cantaranas.
También puedes ir por la mañana y regresar por la tarde. En la ciudad podrás disfrutar no sólo de las aguas termales, sino también del paisaje natural y de la cálida hospitalidad de su gente. Además de aliviar el calor y compartirlo en familia, otros bañistas hacían alarde de sus esbeltas figuras, provocando envidia sus congéneres y un “taco de ojo” para los hombres.
La movilización de turistas de este año es también una oportunidad única para los comerciantes de estas empresas en un momento de parálisis económica generalizada.
