Tribunal estadounidense ha detenido temporalmente la aplicación de la ley antiinmigrante de Texas mientras la revisa.

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Un tribunal de apelaciones de EE.UU. ha denegado la solicitud de Texas para que su nueva y controvertida ley migratoria SB-4, la cual otorga al estado la facultad de arrestar y deportar a migrantes en la frontera y genera preocupaciones sobre la discriminación racial, entre en vigor mientras se examina por el tribunal.

La decisión de la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito es considerada una victoria importante para los derechos de los inmigrantes, según indicó la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), uno de los grupos civiles demandantes. Este tribunal en Nueva Orleans, Luisiana, escuchará argumentos sobre la competencia exclusiva del Gobierno federal en asuntos migratorios el próximo miércoles 3 de abril para determinar si confirma la orden judicial.

El fallo mantiene en efecto la decisión de un tribunal inferior que bloquea la entrada en vigor de la SB-4 mientras se litiga el caso. Esta medida ha sido objeto de controversia legal, con la Corte Suprema de EE.UU. permitiendo que la ley entrara en vigor brevemente antes de que el Quinto Circuito la bloqueara temporalmente.

De entrar en vigor, la SB-4 facultaría a las fuerzas policiales estatales, de condado y locales para detener, encarcelar y procesar a migrantes sospechosos de ingresar ilegalmente a EE.UU. Además, la ley convertiría en delito menor el ingreso irregular desde el extranjero, con posibles penas de hasta seis meses de cárcel, y en caso de reincidencia, se consideraría un delito grave, con penas de hasta 20 años de prisión.

La SB-4 también otorgaría a los jueces estatales la facultad de ordenar a los migrantes que regresen a México. Sin embargo, los críticos han advertido que la aplicación de esta ley conduciría a la discriminación racial, separación de familias y daños a las comunidades afroamericanas y latinas en todo el estado.