Tegucigalpa. Unos 11,233 niños y adolescentes hondureños han sido deportados, contabilizó, hasta el 30 de septiembre, la titular de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf), Lizeth Coello.
“Hasta el 30 de septiembre se ha contabilizado 11,233 niños y adolescentes que han sido devueltos, principalmente de Estados Unidos”, dijo Coello.
Asimismo, desglosó que ocho mil volvieron desde Estados Unidos, dos mil procedentes de México, 200 de Guatemala y nueve desde Belice.
Cada uno de los “menores deportados representa a una familia que el Estado está obligado a proteger”, puntualizó la funcionaria.
Además, la directora del Dinaf indicó que de los 11 mil menores deportados, 4,353 son niños de cuatro a cinco años, que ya se encontraban en condición de vulnerabilidad.
Mientras que de los “277 adolescentes deportados, viajaban solos”, agregó.
“Estamos reorientando los esfuerzos para trabajar la familia y que tenga acceso a los proyectos que el gobierno está desplegando a nivel nacional”, afirmó.
Coello reveló que de los más de 11 mil menores deportados, se atendieron a 4,987 menores que iban con su familia completa.
Riesgos asociados a la migración de menores
El riesgo de menores migrantes puede variar según diferentes factores, como la razón de su migración, condiciones en las que viajan, políticas y prácticas en los países en tránsito.
No obstante, los menores migrantes pueden enfrentarse a situaciones de violencia durante su viaje, ya sea por parte de traficantes de personas, grupos delictivos, o incluso las autoridades de inmigración.
Las niñas y adolescentes pueden ser particularmente vulnerables a la explotación sexual.
Por otro lado, la separación familiar puede aumentar la vulnerabilidad emocional y física de los menores.
En ese sentido, importante abordar estos riesgos desde una perspectiva integral que incluya medidas de protección.
También, acceso a servicios básicos y atención a las necesidades específicas de los menores migrantes.